En tiempos de inestabilidad, los valores europeos de unión, comunidad, libertad y solidaridad están siendo amenazados por la división, el individualismo, la desigualdad y el extremismo. Dentro de este clima, aprovechamos el altavoz de los premios para lanzar un mensaje: apelamos directamente a los valores y derechos amenazados hoy en día. El cine posee un tremendo potencial como transmisor de un mensaje político, no conoce límites, ni territoriales ni de discurso. En este mismo sentido, Berlín –ciudad sede del evento– representa el paradigma de la unión, de la eliminación de fronteras y la solidaridad entre los diferentes.
Con la imagen de los European Film Awards subrayamos el carácter intercultural, intergeneracional y transfronterizo del séptimo arte. El cine supera cualquier condición física, no conoce lugar ni tiempo y pertenece a toda la humanidad: este es el gran valor y el gran poder que posee.